¿Éxito Escolar? Altas Capacidades en Andalucía.
- Asociación Adosse
- 19 jul 2017
- 8 Min. de lectura
Andalucía. El fracaso escolar en los alumnos con Altas Capacidades o Fracaso de un sistema.
Testimonios jóvenes Sevillanos Altas Capacidades. Pincha aquí.
Andalucía ocupa el segundo lugar en España en la tasa de abandono escolar temprano, con el 24,9%. Sólo le superó en 2015 Baleares con el 26.7% y la ciudad autónoma de Ceuta con el 29,8%.
Las Conclusiones de los últimos informes Pisa no son nada buenas para nuestra comunidad, según el test de PISA se registran menos alumnos en los niveles excelentes que la media nacional: un 5,75% frente al 8%. Y se evidencia una desigualdad de Oportunidades tal como concluye Antonio Villar, catedrático en la Olavide y Coordinador del Estudio “Educación y desarrollo”, en los niños de familias con menos recursos que llegan a los niveles de excelencia, sólo un 1,5% frente a casi el 14% de los que vienen de hogares con más recursos.
Para intentar paliar el problema la Consejería Andaluza de Educación dice; “nunca se ha dejado de poner en marcha actuaciones preventivas, compensadoras y paliativas para reducir el abandono escolar temprano, como las becas de financiación autonómica (Adriano, 6000 y Segunda Oportunidad), el fomento de las enseñanzas para adultos, semipresenciales y a distancia, etc.”
En una variable diferente pero que preocupa igualmente es la de la lucha contra el fracaso escolar. Recientemente la Consejería de Educación ha constituido un grupo de trabajo para impulsar “el éxito escolar” para reducir tanto los índices de fracaso como de abandono. En el presupuesto de 2016 prestará especial atención a mejorar el éxito escolar. Este curso se pone en marcha el Plan Educativo para el éxito escolar, con el objetivo de que estas nuevas iniciativas hagan que el sistema andaluz sea cada día más justo, inclusivo y equitativo…” las medidas en las que se basa para la reducción de las tasas de abandono se agrupan en tres bloques:
1. Medidas de prevención, que son aquellas actuaciones que se dirigen a todo el alumnado para evitar que se generen circunstancias que hagan que fracase o abandone.
2. Medidas de intervención, que se centran en la realización de una oferta educativa atractiva y adaptada a las necesidades del alumnado.
3. Medidas de compensación, dirigidas hacia aquel alumnado que se encuentra en riesgo de abandono.
Pero “el plan para el éxito escolar” de 2016
¿tiene en cuenta los diversos estudios que hablan del bajo rendimiento de los niños con altas capacidades?,
¿Es consciente de las consecuencias que tienen en secundaria la no atención de este bajo rendimiento?.
Desde hace demasiado tiempo, desde las asociaciones, llevamos denunciando que esta NO ATENCIÓN, condena a estos alumnos a la no consecución del éxito escolar, este fracaso del sistema educativo tiene consecuencias graves para estos alumnos de necesidades específicas de apoyo educativo.
Rimm (1997) puede estimar que un 50% de estudiantes tienen bajo rendimiento siendo su potencial alto. Mientras que Colangelo, Kerr, Christensen y Maxey (2004) estiman un porcentaje mucho menor un 10%. Phillipson (2008) determina según estudios en China que conforme aumenta la capacidad cognitiva el porcentaje de estudiantes con académico inferior a lo esperado es mayor, y esto es más acusado en la Educación Secundaria.
En España apenas hay estudios que aborden de forma rigurosa este tema, y en todo caso están referidos predominantemente a los estudiantes que se sitúan en el rango superior de capacidad intelectual. Uno de los pocos trabajos en que aborda este tema en nuestro país es la investigación realizada en la Comunidad de Madrid por García-Alcañiz (1991), en el que el porcentaje de superdotados con fracaso escolar es similar al de la población «normal», un 30%. El de Jiménez y Álvarez (1997) constata la presencia de alumnado con alto CI y bajo rendimiento desde los primeros años escolares, encontrando un porcentaje del 30%. Broc (2010) aborda el tema del rendimiento menor de lo esperado en el marco del absentismo y fracaso escolar y formula un modelo teórico acerca de las causas del bajo rendimiento del alumnado con alta capacidad potencial. A la falta de estudios de estimación en España hay que añadir la existencia de factores culturales que pueden hacer variar los porcentajes de estudiantes con rendimiento menor de lo esperado (Reis y McCoach, 2000), lo que hace más necesaria la realización de estudios dirigidos a estimar este porcentaje en nuestro contexto sociocultural.
Retomamos otra conclusión de Antonio Villar Catedrático sobre su análisis de los datos de último informe PISA en el periódico ABC “Andalucía está mucho peor en la generación de talento que en la de insuficiencia”. Dando más valor si cabe a lo aquí expuesto.
Tradicionalmente se ha considerado que estos chicos no manifiestan su alta capacidad de forma obvia o aceptable e incluso presentan problemas de rendimiento debido fundamentalmente a dificultades de aprendizaje, inadaptación social o emocional, bajo autoconcepto y absentismo escolar. Pero siempre se obvia de manera, parece ser algunas veces premeditada, por parte de las Administraciones Educativas la influencia que ejerce la escuela como contexto desfavorecedor para estos alumnos.
Destacamos entre los estudios realizado sobre altas capacidades y rendimiento escolar insatisfactorio, el estudio realizado por Jimenez y Álvarez (1997) en las conclusiones del estudio podemos leer:
“Se ha pretendido mostrar la existencia de alumnos con alta capacidad y bajo rendimiento escolar, las características que parecen asociadas a este problema, el papel que juega la propia escuela en la génesis y perpetuación del mal rendimiento de esos alumnos y el hecho, relativamente novedoso, de que tal fenómeno está lejos de ser privativo de las clases socialmente menos favorecidas.
Más bien parece que el haberse primado en los últimos años la igualdad y la discriminación positiva de los menos favorecidos el péndulo escolar ha oscilado demasiado y, desde el profesorado a la propia administración, han descuidado un tema de enorme interés educativo y social; la educación diferenciada, más individualizada de los chicos más capaces. Y este descuido parece haber afectado al sistema educativo general aunque puedan existir excepciones.
Los datos experimentales pertenecientes a dos muestras de alumnos de alta capacidad estudiantes de preescolar, segundo y sexto de EGB, respectivamente, ponen de manifiesto la existencia de un subgrupo con bajo rendimiento ya desde la escolaridad no obligatoria, situación que se da igualmente en segundo y sexto curso.
El rendimiento académico de estos alumnos desciende ligeramente un año después, lo que parece pronosticar un empeoramiento del recorrido escolar. Por otra parte, se aprecia que los alumnos con alta capacidad y mal rendimiento académico tienden a ser menos diagnosticados como capaces por sus profesores que aquellos que obtienen un buen rendimiento, ello con independencia de que se solicite el diagnóstico a través de un cuestionario tipo Renzulli o a través de las orientaciones del investigador.
Estos datos parecen demandar un plan de formación del profesorado, de los equipos de apoyo y de los padres de modo que todos colaboren a una educación más individualizada, de más calidad para todos los alumnos, incluidos los de elevada capacidad secularmente olvidados en nuestro sistema escolar.” Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) Revista de Educación, núm. 313 (1997), pp 279-295
Estas autoras apuntan en el mismo estudio algunos factores de riesgo que genera la escuela, en la mayoría de los casos causadas por no existir una adaptación curricular para estos niños adecuada y por la actitud que toman de algunos profesores ante algunos de estos alumnos, algunos de los factores de riesgo que nombran son:
Trabajo académico muy fácil, repetitivo y aburrido.
Escuela demasiado grande, impersonal.
Rendimiento irregular, la escuela tiende a centrarse en la debilidad.
Demasiados deberes sólo para ocupar el tiempo.
Conflictos con los profesores a partir de Secundaria.
Indiferencia u hostilidad del profesorado
Poco aprendizaje experiencial.
20 años después de este estudio podemos asegurar que en la mayoría de los centros escolares Andaluces la situación no ha mejorado mucho.
En otro estudio más actual realizado por el Departamento de Psicología Evolutiva y Didáctica, Universidad de Alicante, llamado “Identificación y establecimiento de las características motivacionales y actitudinales de los estudiantes con rendimiento académico menor de lo esperado según su capacidad (underachievement). Tras el análisis de los resultados sus autores vienen a recomendar la importancia de estos resultados para prevenir e invertir el bajo rendimiento de los alumnos que rinden por debajo de lo esperado parece evidente tanto desde el ámbito de la orientación y el consejo como desde intervenciones instruccionales llevadas a cabo por el profesor. En estas situaciones, el orientador, una vez ha dado a conocer al alumno que tiene capacidad o poder suficiente para rendir más, debe de ayudar al estudiante a valorar metas académicas y de aprendizaje (Chan, 1999; McCoach y del Siegle, 2003b), a adquirir estrategias de aprendizaje autorregulado (Reis y Greene, 2014), a desarrollar actitudes positivas hacia la escuela y el profesorado, y a mejorar y adecuar el autoconcepto a su nivel de capacidad.
Las intervenciones instruccionales en el aula por parte del profesorado han de ir destinadas a mejorar las actitudes hacia ellos mismo, así como a favorecer atribuciones causales que relacionen la capacidad y el esfuerzo de los alumnos con su nivel de rendimiento, en un ambiente de enseñanza y aprendizaje que facilite la elección de situaciones, la iniciativa y el control sobre su ambiente (Reis y Greene, 2014; Valle, Regueiro, Estévez et al., 2015; Valle, Regueiro, Rodríguez et al., 2015).
Conclusión.
Todo lo expuesto en este apartado demuestra la importancia y urgencia de:
Incluir en los programas de prevención al fracaso y abandono escolar programas específicos que prevengan y ayuden a los alumnos de altas Capacidades con bajo rendimiento a reconducir esta situación en los últimos años de primaria y en la enseñanza secundaria Obligatoria con el objetivo de paliar el alto porcentaje de fracaso escolar más del 30% según datos del Ministerio de Educación, que sufren los alumnos con altas Capacidades.
Prevenir el fracaso escolar de los Alumnos de Altas Capacidades, evitando el bajo rendimiento, transformando las escuelas en contextos favorecedores en los centros educativos, identificando tempranamente a este alumno para darle una respuesta adecuada según su perfil educativo que le permita mantener la motivación por el aprendizaje y la consecución de retos intelectuales adecuados a su capacidad que les permitan generar y fortalecer las distintas estrategias de aprendizaje imprescindibles para la consecución del éxito escolar. Su seguimiento académico debe evaluarse además teniendo en cuenta su rendimiento partiendo de las capacidades y de su nivel de competencia y no partiendo de las expectativas del grupo clase.
Es imprescindible, mientras no exista este cambio metodológico en las aulas donde sea más importante el cómo se aprende que el cuanto se aprende, dónde el niño sea activo y dónde, en el proceso de enseñanza-aprendizaje se parta de las capacidades del alumno, un programa que le dé al niño la posibilidad de conocer las herramientas y estrategias de las que dispone, y su capacidad de mejorarlas y cambiarlas para hacer más exitoso su aprendizaje.
Blibliografía y Estudios Consultados.
Jiménez y Álvarez, (1997), Alumnos de Alta Capacidad y Rendimiento Escolar insatisfactorio. Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Resvista de Educación, núm. 313, pp 279-295.
“Identificación y establecimiento de las características motivacionales y actitudinales de los estudiantes con rendimiento académico menor de lo esperado según su capacidad (underachievement). J.L. Castejón, R. Gilar, P. Miñano y A. Veas. Departamento de Psicología y Didáctica, Universidad de Alicante, España. (2015).
Sastre-Riba S. Niños con altas capacidades y su funcionamiento cognitivo diferencial. Rev Neurol. 2008;46 (Supl 1):S11-6.
Beltrán, J. A. (1996) ). Procesos, estrategias y técnicas de aprendizaje. Madrid: Síntesis
López Andrada B, Betrán Palacio MT, López Medina B, Chicharro Villalba D.
CIDE: Alumnos precoces, superdotados y de altas capacidades. Madrid: Centro
de investigación y documentación educativa (CIDE); 2000. Disponible en: http://
www.educacion.es/cide/espanol/publicaciones/materiales/eespecial/inn2000apsac/inn2000apsacpc.pdf.
«Alumnos biendotados con rendimientos escolar insatisfactorio», en VARIOS:
Atención educativa a la diversidad, Universidad Internacional de Andalucía, Jaén, 1995a.
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